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Cómo conocer y sacar provecho del propio temperamento

¿Para qué conocer el propio temperamento? Para tener éxito en las relaciones sociales, para sacar el mayor provecho posible de nuestras cualidades y para profundizar el conocimiento de uno mismo.

Todas las personas, aún las más indiferentes, encuentran gusto en profundizar en el conocimiento de sí mismas, y consideran una nueva conquista poder definirse y clasificarse dentro de los cuadros de alguna tipología.

Partiendo de la escuela tipológica de W. H. Sheldon, sicólogo norteamericano, pues es la que cumple con una base científica más sólida y está hecha de tal manera que permite una clasificación de todos los sujetos, sin limitarse a recoger sólo los tipos extremos.

Sheldon escogió un método riguroso y cuidadoso de observación a las personas durante muchos años y al fin, logró comprobar que entre el físico de una persona y su temperamento existen numerosas relaciones.

¿Cuáles son los tres temperamentos que existen?

El gran principio de Sheldon dice que, el temperamento de una persona depende en gran parte de su constitución física, y comprobó que hay tres factores que influyen en el mismo: vísceras, músculos y nervios (y cerebro).

Estos tres factores tienen la característica de influir en todos los individuos, sólo que en distintas medidas y que ninguna persona tiene la influencia exclusiva de uno de estos factores, aunque la persona está influenciada por uno de ellos más que por los otros dos.

A los que tienen predominio de las vísceras, Sheldon los llamó endomorfos o viscerotónicos o tipo sociable. Sus vísceras son abundantes y muy desarrolladas, mientras que sus extremidades son relativamente menos desarrolladas. Por lo general, son gordos, se mueven lentamente y tienen un aspecto relajado.

Los gestos un poco ceremoniosos y a veces exageradamente corteses. La respiración es fácil y profunda. La voz es tranquila. Sus satisfacciones sociales son tomar parte de una comida bien servida y la compañía con los amigos. Su humor es generalmente constante, sin ataques de cólera. Sus sentimientos son llenos de tolerancia y de aceptación de la realidad, las costumbres, la moda, el gobierno. Su lema es “Viva y deje vivir”.

En caso de dificultad se aumenta la necesidad que tiene de tratar con los demás y se siente sostenido por la simpatía y la comprensión de los otros.  Se siente profundamente ligado a la familia especialmente a la madre, y considera feliz el periodo de la infancia, por la cual muestra particular predilección.

A los que tienen predominio de los músculos, Sheldon los llamó mesomorfos o somatotónicos o tipo de acción.

En su cuerpo lo que predomina son los huesos y los músculos, posee un físico robusto, compacto. Las venas, las arterias están muy desarrolladas. Se presenta con el tronco erguido, los hombros hacia atrás, pecho dilatado, abdomen estrecho, cabeza levantada. Su principal característica es la disponibilidad para la acción. Tiene la necesidad de expandir, busca las empresas arriesgadas. Desea profundamente hacer un papel importante en el mundo, ejercer su influencia sobre los demás.

Sus relaciones son directas, atrevidas. Sus modales demuestran una franqueza sorprendente. Su mayor satisfacción es la de superar obstáculos. En el contacto con los demás debe estar atento a no dejarse dominar por su escasa afectividad.

Y los que tienen predominio de los nervios y cerebro, Sheldon los llamó ectomorfos o cerebrotónicos o tipo del deber.

Su cuerpo muestra una rigidez y un control penosos, los labios están cerrados y en su rostro se refleja una tensión llena de nervosismo. Las manos con frecuencia están cerradas y fuera del alcance de la vista. Sus reacciones son rápidas.

Tiene necesidad profunda y urgente de aislamiento, se aconseja consigo mismo, tiene la capacidad de asimilar lo que piense. Su agudeza mental es excesiva, de manera que no se escapa nada de lo que seria preciso ignorar para su adaptación en la sociedad. Es muy tímido cuando se siente observado. Sus reacciones y sentimientos son imprevisibles y variables, lo cual le hace aparecer inestable y caprichoso.

Su máxima aspiración es la de llegar a la edad madura, en la que podrá librarse de ese nerviosismo y miedo del futuro.

Con lo expuesto en este artículo, cada lector logrará descubrir muy fácilmente a cuál de los tres temperamentos pertenece y, hallará una serie de datos que le van a ser de inmensa utilidad para sacar de su propio temperamento el mayor provecho posible.

Cuando Sheldon se puso a estudiar el temperamento, el problema fundamental fue el de descubrir cuáles eran las características que diferencian a cada temperamento de los otros dos. Lo logró a través de una complicada serie de observaciones, de pruebas, de análisis, que le costaron no pocos años de investigación, y al fin llegó a la conclusión de que cada temperamento tiene tantos cuantos rasgos que lo diferencian de los otros dos.

Consejos prácticos

Para el tipo sociable:

La sociabilidad y facilidad para la conversación son dotes agradables y positivas, sin embargo puedes correr el riesgo de hablar demasiado, ser indiscreto, decir cosas que deberías callar por prudencia.

Para el tipo de acción:

No pretendas seguir únicamente los puntos de vista propios. Escucha con atención el parecer de tus compañeros y súbitos. Recibe con docilidad las indicaciones de tus superiores: serán un elemento de equilibrio y de enriquecimiento de tu personalidad.

Para el tipo del deber:

Por estar inclinado o inclinada a una vida interior más que a una vida de relación, y por vivir concentrado en ti mismo, resulta difícil tener un conocimiento claro de ti y prever tu comportamiento y esto conlleva a que los demás no te conozcan.

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